sábado, 9 de febrero de 2008

Solo sí...

Por las mañanas despierto y empiezo a soñar con que pueda irme de paseo a algún país extraño donde yo siga siendo el mismo desconocido que ahora soy.

Poder abrir los ojos y ver un muro que nunca había visto antes y poder maravillarme de su magnitud y sentirme pequeño mientras el aire alborota mi cabello.

Cerrar el puño y atrapar el aire que me rodea y que al abrirla el aire que atrapé se convierta en arena, que resbala por mis manos, como el mezcal que pasa por mi garganta.

Pensar que entre mas pequeño soy me doy cuenta de cuan grande es el mundo que piso y que las huellas que dejo en mi andar son solo pequeñas pistas de mi existencia.

Migas de pan voy recogiendo para poder encontrar mi camino que me lleve a algún lugar donde ya no tenga que caminar, solo flotar.

Rodar por la ladera de un camino que nadie ha transitado y en su profundidad perderme para poder encontrarme rodeado de flores que con su perfume me bañan de anhelo y deseo de regresar a la luna.

Saltar por los cráteres de mi existencia, memorias olvidadas en un pasado cercano, que solo consistió de un momento efímero.

Recordar a un amigo que nunca existió pero que siempre me brindo una hombro para apoyarme y una mano para auxiliarme. 

Sentir el agua bajar por mi cara, llegar a mi abdomen y desaparecer en mi ombligo.

Caminar por una nube que me regrese a casa y me entregue de vuelta a mi cama para poder escribir lo que vi y sentí, recordar lo que viví y esperar lo que sigue.

No hay comentarios: