Caminando bajo un río, paso a lado de las algas, que se enredan entre mis pies como agujetas que frenan mi caminar, piedras sin sentido que rodean mis pies.Sigo caminando y me encuentro el alma de un sapo que murió en busca de su amor quien yace tendida en la superficie de una burbuja gelatinosa y que ya no lo recuerda.
Tratando de olvidar lo que he recordado, paso el tiempo visitando mi pasado, pensando que si olvido el futuro mi presente será un suspiro que exhalé.
Encuentro una cuerda que me llevará al mas allá, sin saber que lo mas lejos que me llevara será a la superficie, que ya no corresponde al mundo que deje cuando me salieron branquias.
Subo a un bote de papel, que con mi cuerpo húmedo destrozo como poesía errante que lacera al corazón de aquel que lo perdió por darselo a su amante y que vilmente despreció.
Vuelvo al centro de mi ser, donde todo el aire dejó de estar y que mis pensamientos se vuelven colores que salen de mi cabeza y rodean mis ojos, como queriendo envolverlos para regalarlos a algún extraño sentimiento que me abandonó.
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